¡Todo lo puedo en Cristo!
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13
Texto conocido por la cristiandad. En la carta hay muchos otros, y se usan de manera individual para encontrar ánimo, por ejemplo. Pero veamos un poco el contexto para saber bien de qué está hablando Pablo.
Contexto e introducción:
Es una carta escrita por Pablo a los filipenses. Él estaba preso, solo y necesitado, pero ellos le han enviado a Epafrodito y una ayuda monetaria, así Pablo en gratitud escribe esta carta con exhortaciones y con mucho gozo que, a pesar de las circunstancias que experimenta el apóstol, invita a sus lectores a que también puedan vivir con este gozo santo que solo el pueblo de Dios puede experimentar.
1. Pablo es un agradecido hermano en la fe, es un hombre que en medio de la soledad recibió ese vaso de agua fresca que refresca en el desierto, pues allí en la soledad de su prisión pudo recibir ayuda en Epafrodito con la ofrenda de los filipenses. Los filipenses han dado un fruto cristiano, es decir, han abierto su mano para el progreso del evangelio, considerada además una respuesta a las oraciones que el apóstol había elevado, así ha dicho:
10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
Es el gozo de ver que sus hermanos están dando fruto, están creciendo, están avanzando a la imagen del ejemplo de Cristo. Ellos se dan, así como Cristo dio su vida, ellos voluntariamente para el avance del evangelio amando a su querido Apóstol han reavivado sus cuidados. Esto debe animarnos siempre, la obra de Dios en otros.
2. Ha dicho también el apóstol que no tiene escasez, es decir, a pesar de tener necesidad físicas e incluso emocionales, él se encuentra pleno, pues ha aprendido el secreto de vivir en dicha plenitud de vida, cualquiera sea su situación, abundancia o escasez. El aprendió, es decir, esto es un camino de aprendizaje constante, una materia obligada, la cual nos acompañará hasta nuestro encuentro con Cristo.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado (he aprendido el secreto), así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
3. Sobre ese secreto, podemos ver que es compartido por el apóstol, es decir, no solo queda allí, como un mensaje oculto, escondido y guardado solo para algunas mentes más iluminadas, sino que está abierto, descifrado, quien lo atesore también podrá beber de las fuentes de la gracia de Dios, y ¡aquí el secreto revelado del gozo!:
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Precisamente este verso será nuestro sermón, cada palabra es necesaria, debe ser estudiada para así exprimir el panal y extraer lo que viene a ser más dulce que la miel.
Realizaremos entonces una exposición del texto, en tres puntos, I- Lo que es Todo, II. Nuestra tarea, III. La fuente de poder.
I. Lo que es TODO
¿A qué se refiere Pablo con “TODO” lo puedo en Cristo que me fortalece?
Usaremos una fórmula que la misma palabra nos enseña, ver primero lo que no es, para que así podamos ver lo que sí es esta frase.
a. Lo que no enseña el texto.
La interpretación común es que TODO SE REFIERE A CUALQUIER COSA, es decir, TODO VIENE A SER tanto una prueba, un proyecto, un partido de futbol, un examen de la universidad, el sueño de la casa propia. Este texto viene a ser como una lámpara mágica que, al ser frotada, puede darnos cualquier deseo, aunque lo veamos difícil. Hablando de mis estudios, Dios hará que mis malas calificaciones sean las mejores y pase de curso aunque no haya estudiado en todo el año. En la enfermedad, Dios me dará sanidad, Dios me fortalece, por tanto, todo este tipo de situaciones serán vencidas, y se volcarán para que yo pueda tener victoria, salud, dinero, amor etc.…porque ¡TODO, SIN EXCEPCIÓN, lo puedo en Cristo que me fortalece!
Hermanos no usemos este texto de esta forma, se violenta así la palabra de Dios. Además, están creyendo una mentira, y por último están atrayendo maldición, nunca bendición, a la vida. Todo verso que no se interpreta bien traerá problemas, y no alegrías o ayuda, no servirá. Aunque tengamos las mejores intenciones, por favor no utilicemos mal la palabra Santa de nuestro Dios. Usted puede pensar y ver grandes expectativas en un proyecto, sin embargo, no use el “¡todo lo puedo en Cristo!” como un mantra, pensando que mientras más convicción, más repetición y más alto eleve su voz, se realizará su proyecto, y menos cuando los pasos dados previamente para nuestros proyectos han sido realizados fuera de la palabra de Dios.
Un texto mal interpretado es similar a tomar un tratamiento médico de mala forma, pero aun mayor es aquí el problema, pues médicamente quien nos dio el tratamiento podría quedar como un mal médico, por nuestra negligencia. Pero un texto mal interpretado es gravísimo, ya que se estaría tergiversando las palabras de Dios, por tanto, se ataca a Dios mismo e incluso con un incorrecto evangelio se puede ir el que lo recibe al infierno.
b. Lo que SI enseña este texto es lo mismo que ha enseñado el profeta Habacuc 3:
17 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
El apóstol en su contexto de prisiones, persecuciones, ayunos, es decir hambre, o incluso en momentos de abundancia y tranquilidad (cuando la tentación es a relajarse, a olvidarse de la ley de Dios, a creer que esto es merecido, y a desear más y más), había aprendido a estar contento solamente en Cristo, por lo que TODO, en este texto, es lo que pueda venir a su vida respecto a las circunstancias adversas o favorables, ellas al ser vividas en Cristo, no pueden derribarnos de manera total, además nos serán de ayuda para nuestro crecimiento y nos harán amar y depender más y más del Señor, recordemos que la paz que es Cristo, la cual sobrepasa todo entendimiento guarda nuestros corazones y mentes, y el mismo Dios de paz morará con nosotros.
En cada momento de duda, de dolor, de alegría, en la abundancia o en la escasez no olvides que el Soberano Dios está no solo junto a ti, sino que guiando todo por tu bien y para su propia gloria. Estas circunstancias soberanamente serán pruebas que tendrán una salida y obrarán para el bien de tu alma:
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla” 1 Corintios 10:13
“En realidad, “Filipenses 4:13” es un versículo que habla acerca de contentamiento, NO de sueños propios y personales o de metas alcanzadas, sino de estar contento EN Dios, aun en medio de las adversas circunstancias”.
Todo lo puedo en Cristo, puedo soportar no ser un avaro cuando Dios me ha bendecido, y puedo no renegar de Dios, cuando la escasez esté en mi vida, sino que cualquiera que sea nuestra situación, podemos mantenernos firmes, fieles, gozosos debido a Cristo.
Pero ahora miremos la frase lo puedo.
II. Lo puedo: nuestra responsabilidad.
No hay una verdad más esperanzadora que saber que Dios está al control y tiene determinadas tosas las cosas, en lo pequeño y grande de toda su creación (Soberanía de Dios),además nos ayuda a descansar sobre todo cuando las situaciones no son favorables. Es muy común recibir el consejo de algún hermano cuando hay algún problema con las siguientes palabras: “Que lástima hermano, pero recuerda Dios es soberano”…Y sin duda es una verdad, e incluso es bueno decirlo, PERO no podemos quedarnos solo con eso, pues a la vez para el cristiano, sobre todo, no hay mayor deber que vivir siendo responsable de nuestros actos, (Responsabilidad humana).
Aquí están las dos verdades bíblicas en las cuales necesitamos creer y vivir, y más allá de ocuparse en lo que puede sonar conflictivas estas dos verdades bíblicas, la biblia, y aquí el apóstol, enseña cómo vivir en ambas, y así agradar a Dios.
a. La frase “lo puedo” pone ahora la lupa en Pablo.
Un anciano feliz, gozoso, aunque disfrutó de momentos de abundancia, momentos de hermosa comunión, de compañerismo, también era un siervo sufriente (Despedida en Mileto Hch. 20), tuvo momentos de soledad, tiempos en los cuales él estuvo abandonado, momentos de debilidad, de pecados y culpas, declarándose un miserable con un cuerpo de muerte, a la vez portador de un aguijón que a pesar de haber clamado en tres ocasiones este no le fue quitado, sino que fue exhortado a bastarse en y/o con la gracia de Dios. Un hombre que había sufrido latigazos, las marcas de su apostolado estaban literalmente allí en su cuerpo, este hombre es quien nos enseña que los sufrimientos que como creyentes enfrentamos jamás serán excusas para no obedecer, de hecho vienen a ser energizantes para ir a Cristo, para depender más de Él, y así, para vivir en la fe que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Algunos dicen: “No podría vestir eso, no toleraría comer solo eso, vivir en esa casita o barrio”, otros dicen “Si me desemplean me muero, no podría soportarlo”, es común también oír lo siguiente: “Yo te amo tanto que no puedo vivir sin ti”, y algunos padres dicen: “Yo no podría aguantar la muerte de un hijo”
Pero aquí el apóstol nos está diciendo lo contrario: pueden quitarme lo que quieran, yo puedo soportarlo y mantener el gozo, la paz y mis ojos puestos en Cristo, puedo seguir avanzando en la carrera… ¿Puedes tú, junto al apóstol, concluir lo mismo? ¿es Cristo tu todo? en realidad es difícil, y esto ocurre porque nuestro corazón está puesto en lo terrenal. Por tanto, cuando esto cambia, por ejemplo, relación terminada, despido de trabajo, mala salud, muertes, peleas matrimoniales, escasez, tendemos entonces a olvidarnos de Cristo y así tratar de solucionar en nuestras formas las cosas, pero sin él, y fracasamos. Por lo mismo C.S. Lewis dijo: “No permitas que tu felicidad dependa de aquello que se puede perder, más bien que dependa del único que es el mismo ayer, hoy y para siempre”.
A modo de aclaración: No es un llamado a no llorar, a no dolernos, por supuesto eso está en nosotros así nos creó el Señor con emocione y sentimientos, pero se deben vivir esos momentos de la mano de Cristo, con él podemos lidiar, en él seremos consolados, él nos dio una paz que distinta a la de este mundo.
b. Aquí hay algo que necesariamente debemos meditar.
La vida cristiana es, en un sentido, fácil, al meditar en la salvación. Jesucristo cumplió la ley, murió por nosotros y nos aseguró la gloria eterna. Por la fe nos gloriamos en Cristo. Pero, en otro sentido, es difícil. Luchamos, hay tentaciones para los ojos, conflictos de egos, problemas con la familia, momentos de desgaste, el mundo nos asedia una y otra vez, y por lo mismo este “lo puedo”, es lo soporto, es sostenerse en pie, a pesar de los dolores, mantener un gozo, una calma en el corazón y en la mente, para no desesperar, sino que seguir avanzando en la carrera de la fe. Así todo cristiano puede, como Pablo, vivir en esta condición. Nosotros así, como Pablo, debemos vivir con esta verdad a diario, aún más al considerar nuestra condición. En general, y a diferencia del apóstol, no estamos presos, a ninguno de nosotros nos tienen esperando la sentencia de muerte en una cárcel, tampoco nos han azotado, de hecho contamos con muchísimas comodidades y así hay mucha abundancia en nuestras vidas, pero nos quejamos, y justificamos nuestras negligencias. Nos convencemos de que debido a las circunstancias, no podemos ser mejores cristianos, cuando en realidad, en la mayoría de los casos, esto se debe a que nuestra mente y corazón están puestos en las cosas del mundo. Entonces, si Dios permite que las cosas se vayan, renunciamos a Cristo, renunciamos a la fe, a la iglesia etc., y nos amargamos. Esto no es otra cosa que tener los ojos lejos de la cruz, y están puestos en los el mundo, la pasión de la carne, , la pasión de los ojos, la vanagloria de la vida, recordemos que el mundo pasa y sus pasiones…1 Jn 2:15-17
Lo que podría quedar aquí, con el foco puesto en la responsabilidad del cristiano de soportar las circunstancias, tiene ahora una explicación del por qué es posible, no solamente tenemos un deber, sino que se nos viene a mostrar ahora el cómo podemos cumplir con ese deber.
III. La fuente de poder: Cristo
Nuestra responsabilidad es estar en y con Cristo. No se nos demanda a cumplir la ley, tampoco ir a la cruz, esto lo hizo ya el glorioso Señor Jesucristo quien nos dio vida. Pero sí al contemplar esa obra de gracia, se nos demanda estar en Cristo y con Cristo, es quien nos fortalece, es nuestra fuente de poder.
Es así que el texto dice todo lo puedo “en Cristo que me fortalece”
LBLA lo traduce al igual que RV60, pero agrega una letrita a pie de página que indica que literalmente dice “en Aquel que me fortalece” …Y este no es otro más que el mismo de quien Pablo dice en 3:10 “…conocerle a Él y poder de su resurrección” … Pablo en toda su vida y en esta carta se ha centrado en Cristo Jesús, su Señor.
a. Cristo en toda la vida del Apóstol:
Se dice que C.H. Spurgeon dijo “Si un hombre es capaz de predicar sermones sin Cristo, no te hagas daño a ti mismo escuchándolo”.
Y es precisamente de lo que el apóstol se preocupó en hacer. 1 Corintios 2:1-2: “Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, 2 pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y este crucificado”, a los Gálatas 1;6-9: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema” Otro evangelio sin Cristo no es más que maldición.
Es Dios, Cristo, quien tiene el poder y en quien podemos soportar, a pesar de estar atribulados, angustiados, en apuros, perseguidos, derribados, es Cristo quien nos levanta, nos fortalece.
¡Hermano, piensa, podemos enfrentar cualquier situación al ser fortalecidos por Cristo!
Pablo se gozaba en Cristo, rogaba en Cristo, hay cerca a de 40 menciones directa a Cristo o a Jesucristo en esta carta, ¿Por qué? pues porque para soportar cualquier circunstancia necesitamos de Cristo. De hecho, es solo Cristo quien fortalece al Apóstol, no es Epafrodito, no es la ofrenda, no son lo Filipenses, los Romanos, ni siquiera en el mismo Pablo, sino que es en SOLO CRISTO, así como lo declaro de sí mismo el Señor Jesús cuando dijo: “…separados de Mí nada pueden hacer” Juan 15:5 aquí la palabra nos dice TODO podemos soportarlo, en gozo, y paz, unidos a Cristo que nos fortalece, Sin Cristo NADA, con Cristo TODO.
b. Lo que Cristo hace:
El Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir allí “en Cristo”, no “en Dios” o “En el Espíritu” …Sino que es “En Cristo”. Sin duda, no va en ataque a las personas de la Trinidad divina, pero sí hay cosas importantes que debemos apreciar “en Cristo”, ¿Por qué solo en Cristo?
Pues bueno, amados hermanos, esto tiene que ver con la persona y obra de Cristo. Dice el ps. John Piper:
“La partícula en Cristo nos muestra la maravillosa realidad de la cual disfrutan los cristianos” quiero citar un resumen de ps. John Piper que nos muestra lo que tenemos y somos “en Cristo”:
1. En Cristo Jesús fuiste escogido por Dios antes de la creación. Efesios 1:4, “Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo.”
2. En Cristo Jesús eres amado por Dios con un amor inseparable. Romanos 8:38-39, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
3. En Cristo Jesús fuiste redimido y perdonado de todos tus pecados. Efesios 1:7, “En Cristo tenemos la redención por su sangre, el perdón de pecados.”
4. En Cristo Jesús eres justificado delante de Dios y la justicia de Dios en Cristo se te ha imputado. 2 Corintios 5:21, “Al que no conoció pecado [Cristo], por nosotros [Dios] lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
5. En Cristo Jesús has llegado a ser una nueva creación y un hijo de Dios. 2 Corintios 5:17, “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Gálatas 3:26, “Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.”
6. En Cristo Jesús has sido sentado en los lugares celestiales aún cuando él vivía en la tierra. Efesios 2:6, “Juntamente con él [Dios] nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”
7. En Cristo Jesús todas las promesas de Dios son Sí para ti. 2 Corintios 1:20, “Todas las promesas de Dios son en Cristo Sí”.
8. En Cristo Jesús estás siendo santificado. 1 Corintios 1:2, “A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús”.
9. En Cristo Jesús todo lo que necesitas de verdad será suplido. Filipenses 4:19, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
10. En Cristo Jesús la paz de Dios guardará tu corazón y mente. Filipenses 4:7, “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
11. En Cristo Jesús tienes vida eterna. Romanos 6:23, “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
12. Y en Cristo Jesús serás resucitado de los muertos en la venida del Señor. 1 Corintios 15:22, “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” Todos los unidos a Adán en la primera humanidad se mueren”.
Y así mismo, en Cristo es que se nos da fortaleza.
Nos fortalece: Es con esta fortaleza de Cristo que podemos enfrentar cualquier cosa. 1 Timoteo 1:16 dice “12 Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13 aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor”.
b. Hermanos ¿de dónde más podrá venir nuestra ayuda?
La fortaleza para enfrentar las circunstancias y mantener el gozo, viene de una llave infinita que regala poder, y ese es Cristo. Su palabra nos muestra su increíble poder sobre la creación misma ¿Cuál es el poder de Cristo? Lo vemos en su creación, dice su palabra:
“todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Juan 1:3
“Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él…Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen”. Colosenses 1:16 y vv 17
Es decir, nuestro Señor Jesucristo es tan poderoso que la creación ha sido hecha por medio de Él, y además hoy en día, si todas las cosas se mantienen, es porque su poder gobierna, el sustenta a su creación. Todas las leyes de la naturaleza, los límites de los mares, la temperatura del sol, las partículas que respiramos etc. todas son manifestaciones de su poder. Observemos la creación entera, y vemos que somos pequeños y débiles, sin embargo, nuestro buen Señor nos da su cuidado, de él viene nuestra ayuda, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, él es nuestro ayudador, creador del cielo y de la tierra. Salmos 121.
c. Jesucristo venció la muerte:
Pero, además, y por sobre lo que vemos, Cristo fue capaz de vencer el pecado, el único que cumplió el pacto, quien hizo desarrollo sin falta toda la ley de Dios de manera perfecta, siendo además objeto de toda la ira de Dios, muriendo, pero venciendo incluso al enemigo final, a la muerte, porque poderosamente Jesucristo resucito de entre los muertos, ella no pudo contenerle.
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, Heb. 2:14
Esto fue además regalado a nosotros. Hermanos, la muerte ya no tiene potestad en nosotros, gracias a Jesucristo y su victoria es que tenemos seguridad eterna. Y es a ese glorioso, poderoso y victorioso Señor en el cual “todo lo puedes soportar”, ya que será el mismo “quien te fortalece”.
IV. Conclusión
¿Estas tú en Cristo?
Como cierre, esta pregunta es la que debe tomar nuestros pensamientos. El que todo lo puede soportar pues será fortalecido, no es cualquier persona sino el que está en Cristo. La pregunta no es si dices amar a Cristo, si vienes a la iglesia etc. La pregunta es si estás o no en Cristo.
¿Qué es estar en Cristo? Pablo en Colosenses 3:3 dice, "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" Podríamos decir que estar en Cristo es estar muertos a nosotros mismos y vivir para Cristo:
Es estar refugiados en la roca de nuestra salvación, es tener paz para con Dios, es haber sido salvados de nuestros pecados y la condenación eterna del infierno, es tener una vida de arrepentimiento constante delante de Dios, es no juguetear con el pecado, es tener temor de nuestro buen y soberano Dios, es haber confesado a Jesucristo como Señor y Salvador de nuestras vidas, haber negado a este mundo a sus deseos y pasiones, es haber puesto los ojos en Jesucristo como único señor de nuestras vidas, no tener más esperanzas que Jesucristo…¿Estás en Cristo?
Si dices estar en Cristo, no dejes de beber de la roca que es Cristo, el quitará tu sed, aliméntate de él, recuerda a los israelitas que, al salir de Egipto, eran ya pueblo de Dios, pero aun así ellos debían depender de ese mismo Dios que les había salvado. Ellos fueron fortalecidos por Cristo allí en ese desierto, con sus dolores, angustias, pues dice Pablo en 1 Corintios 10:4 Porque bebían agua de la roca espiritual que los acompañaba en su viaje, la cual era Cristo.
¡Hermano y hermana, busca conocerle más y más a él y al poder de su resurrección! En escasez y en abundancia no dejes de mirar a Jesucristo, no te olvides de tú Señor, no dejes de poner tus ojos en el autor y consumador de la fe… ¡se fortalecido en el Señor!
Si tu respuesta es negativa debes entender que no tienes poder en contra del pecado, no tienes garantía de salvación. De hecho, estás condenado, y tu vida es por lo mismo que va de mal en peor, sin fortaleza, sin solidez, sino que amarga, sin sabor, esto es debido a que no has probado del don celestial.
Si hoy, amigo y amiga, no estás en Cristo, arrepiéntete de tus pecados. Hoy puede ser el día de tu salvación. No esperes a mañana, confiesa delante de Dios tus maldades y corre hacia Cristo Jesús que no solo te salvará, sino que el morará contigo y estará en ti.