Aspectos Generales de las siete Iglesias:
Cada una de las siete iglesias presenta un aspecto diferente de la apariencia, poder y autoridad de Jesús.
Iglesia | Texto | Aspecto de Jesús |
Éfeso | Apocalipsis 2:1 ; 1:13,16 | Siete estrellas en su diestra; los candelabros de oro |
Esmirna | Apocalipsis 2:8; 1:17 - 18 | Primero y último, quien murió y volvió de nuevo a la vida |
Pérgamo | Apocalipsis 2:12; 1:16 | La espada de dos filos |
Tiatira | Apocalipsis 2:18; 1:14 -15 | Ojos de fuego resplandeciente; pies como bronce bruñido |
Sardis | Apocalipsis 3:1; 1:4,16 | Siete espíritus y siete estrellas |
Filadelfia | Apocalipsis 3:7; 1:18 | Tiene la llave |
Laodicea | Apocalipsis 3:14; 1:5 | Testigo Fiel |
Asimismo las siete cartas revelan un paralelismo único: algunas son más largas y otras más cortas, pero cada una de ellas consiste en siete partes:
- El saludo a cada una de las siete iglesias en Asia Menor.
- Un aspecto de la aparición del Señor a Juan en Patmos.
- Una evaluación de la salud espiritual de la iglesia concreta.
- Palabras de alabanza o reproche.
- Palabras de exhortación.
- Promesas para el que salga victorioso.
- Un mandato de escuchar lo que el Espíritu dice a las iglesias.
- Las tres primeras iglesias (Éfeso, Esmirna y Pérgamo), concluyen las cartas individuales con promesas.
- Las últimas cuatro (Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea) concluyen con el mandato de oír con atención lo que el Espíritu dice a las iglesias.
- Jesús alaba y reprocha a cuatro congregaciones: Éfeso, Pérgamo, Tiatira y Sardis.
- Alaba a dos: Esmirna y Filadelfia.
- Reprende a una: Laodicea.
Estas siete iglesias son representativas de la iglesia universal.
Las siete cartas van dirigidas a todos los lugares donde se reúne el pueblo de Dios para rendir culto, tener comunión y alcanzar a otros. Por tanto, el número siete no debería tomarse en sentido absoluto sino más bien como símbolo que representa totalidad.
Destino y propósito de las Cartas:
- H. Charles arguye que las siete cartas fueron escritas en una fecha anterior a la composición de la totalidad de Apocalipsis, enviadas a las iglesias individuales y, con una adaptación posterior, incorporadas a Apocalipsis. Pero si tomamos en cuenta la evidencia que se encuentra en el Nuevo Testamento, surgen objeciones.
- Primero, aunque las cartas de Pablo fueron dirigidas a iglesias y personas, las compartió toda la iglesia. De hecho, dio instrucciones a las congregaciones para que todas las demás las leyeran (Colosenses 4:16; 1 Tesalonicenses 5:27).
Colosenses 4:16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.
1 Tesalonicenses 5:27 Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos.
- Segundo, las cartas en el Nuevo Testamento que se llaman católicas son de hecho cartas destinadas a la iglesia universal, es Jesús mismo se dirige a las siete iglesias, como resulta evidente por el empleo repetido del pronombre personal Yo, en tanto que Juan con plena autoridad apostólica sirve de autor secundario de dichas cartas.
- Tercero, Jesús da instrucciones a Juan para que escriba no sólo las cartas sino un libro acerca de lo que observó para luego enviarlo completo a las iglesias
Apocalipsis 1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Estas cartas fueron compuestas como parte de la Revelación que Jesús quiso que leyeran y oyeran todos los miembros en las iglesias
Apocalipsis 1:3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
- Cuarto, Apocalipsis es una unidad desde el principio hasta el fin y de ella forman parte integral las siete cartas. Así, la promesa de Jesús a todos los creyentes es que quien triunfe será bendecido (Apocalipsis 2:7, 11, 17, 26; 3:5, 12, 21);
Iglesia | Peligros | Textos |
Esmirna | Los judíos los calumniaban | Apocalipsis 2:9 |
Tiatira | Idolatría, desenfreno e inmoralidad en los miembros de la Iglesia | Apocalipsis 2:20 - 25 |
Éfeso, Pérgamo | Falsos apóstoles, es decir, los nicolaítas, introdujeron doctrinas engañosas | Apocalipsis 2:2,6,15 |
Sardis y Laodicea | Conducta cristiana laxa (flácida) y confianza en las riquezas materiales | Apocalipsis 3:1,17 |
La ciudad Sombría
Éfeso la primera ciudad de Asia, era la metrópoli asiática, actualmente ubicada en Turquía (llamada “la luz de Asia”), la más cercana a Patmos, donde Juan recibió la Epístola a las siete iglesias, y también por ser ella la iglesia más íntimamente asociada con Juan; en segundo orden las iglesias de la costa occidental de Asia; luego las del interior.
La ciudad de Éfeso tenía una historia variada que se remontaba a siglos antes de que se escribiera esta carta a la iglesia que prosperaba dentro de sus murallas. Su riqueza que provenía del comercio y la religión le permitió a Éfeso reconstruir un templo que el fuego había destruido.
Este templo estaba dedicado a la diosa Artemisa (Diana para los romanos) y estaban a su servicio innumerables sacerdotes y sacerdotisas. Se lo consideraba como una de las siete maravillas del mundo. Los efesios construyeron un teatro con una cabida estimada para veinticuatro mil personas en una ciudad con una población superior a los doscientos mil. A lo largo del siglo primero después de Cristo, Éfeso era un inmenso centro comercial, en especial de objetos religiosos, y hasta cierto punto un centro administrativo del gobierno romano.
Hechos 19:24 - 25 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;
Además, Éfeso hizo construir un templo para promover la religión imperial de Roma. La ciudad dedicó dicho templo de los Sebastoi (la familia de Vespasiano, Tito y Domiciano) en el 89–90 d.C. y, como era costumbre, nombró guardianes del templo para el culto del emperador. En Éfeso la relación entre el culto a Artemisa y la religión estatal de Roma era estrecha. Más aún, los prefectos romanos obligaban a la gente a rendir culto al emperador Domiciano y a pronunciar la frase «el César es señor». Los cristianos no querían poner al César por encima de Cristo, porque utilizaban el lema «Jesús es Señor» (1 Co.12:3).
1 Corintios 12:3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
En consecuencia, sufrieron persecución.
El cristianismo es exclusivo, porque no acepta compromisos con otras religiones (Juan. 14:6; Hechos 4:12), por ello los Cristianos son una amenaza potencial para los gobiernos, tal cual lo aprendimos en las clases de membresía.
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
En la última parte del siglo primero se enfrentó con Roma, que al principio había permitido que los cristianos estuvieran protegidos bajo el amparo de la religión judía, ya que la consideraron en un principio como una simple secta judía. Pero cuando las autoridades romanas cayeron en la cuenta de que el cristianismo y el judaísmo no eran lo mismo y que los cristianos no iban a apartarse de las enseñanzas de Cristo, dejaron de mostrarse tolerantes con ellos. No podían entender que esas personas se apartaran tan completamente del mundo para constituir una sociedad totalmente distinta. De hecho, detestaban tanto el absolutismo de esta nueva religión que trataron de eliminarla exigiendo la observancia del culto al emperador. Pero los cristianos se negaron a una obediencia simbólica a la religión estatal porque no aceptaban que nadie sea rival de Jesucristo.
Numerosas fuentes revelan que durante siglos el templo de Artemisa fue declarado lugar de asilo para criminales. Zonas colindantes al templo eran zonas de asilo, en donde se le otorgaba impunidad al criminal (ladrones, comerciantes de esclavos o saqueadores de algún templo).
El nivel de moralidad entre la población de la ciudad era notoriamente bajo. La gente era viciosa, supersticiosa, ruin y violenta. El filósofo griego Heráclito, quien vivía en Éfeso comentó lo siguiente en relación a esto: “la moralidad era peor que la de las bestias, porque incluso los promiscuos perros no se mutilan los unos a los otros”.
Los judíos de Éfeso:
Parece que los judíos que vivan en la ciudad eran muchos, ricos e influyentes. Habían formado una comunidad judía cuyos miembros pueden haber disfrutado de la ciudadanía romana. Habían construido una sinagoga bajo la protección legal de Roma para la observancia de su propia religión, incluyendo guardar el sábado. Aunque, cuando Pablo llegó a Éfeso acogieron la enseñanza acerca de Cristo:
Hechos 18: 19 -21 Y llegó a Éfeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Éfeso.
Sin embargo, muy pronto repudiaron esta enseñanza, y con el paso del tiempo se volvieron virulentamente hostiles al cristianismo:
Hechos 19:33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujándole los judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería hablar en su defensa ante el pueblo.
Pablo trabajo en la ciudad durante 3 años con resultados positivos entre judíos y griegos:
Hechos 19:17 - 20 Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. Hechos 20:21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Pablo envía la carta a los Efesios alrededor del 62 d.C durante su encarcelamiento en Roma. Después de ser puesto en libertad, viajo a Éfeso, donde Timoteo se había convertido en su Pastor:
1 Timoteo 1:2 - 3 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,
Juan el apóstol, autor del Apocalipsis, también se quedo a vivir en Éfeso y resulto ser una fuerza influyente. Pero durante los últimos años del emperador Domiciano (primera mitad de los 90), se incremento la presión sobre la Iglesia debido al culto al emperador, con la consecuencia de que Juan fue desterrado a Patmos.
De la escuela de tirano lugar que arrendaba Pablo salieron estudiantes de la palabra hacia muchas ciudades de la zona para seguir difundiendo el evangelio.
Hechos 19:9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.
El Mensaje a Éfeso:
Apocalipsis 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
La palabra tener significa que Jesús detenta poder y autoridad final para proteger a sus siervos:
Juan 10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
De hecho todo su pueblo está en su mano, porque a nadie le llegará ningún daño si él no lo permite. «Y [el que] camina en medio de los siete candelabros de oro dice esto». Los candelabros de oro son los miembros de las iglesias, sobre las que se posa constantemente el ojo de Jesús. Representan a la esposa que espera la llegada del esposo, y el esposo espera que su esposa le permanezca fiel, honesta y pura. El simbolismo del texto muestra que Jesús desea que las iglesias hagan que su luz brille en la oscuridad donde él las ha colocado, tal cual Pablo les exhortó:
Efesios 5:8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Para agregar más significado a la tarea de las iglesias, les dice que está caminando entre ellas. La luz que difunden procede de Jesucristo y pasa hasta sus siervos, quienes proclaman su palabra. Y los pastores no son sólo portadores de luz sino que, como estrellas, son transmisores de luz. Transmite la luz a los miembros de las iglesias, quienes a su vez disipan la oscuridad que los rodea. Jesús se dirige a los mensajeros de las congregaciones locales, porque son los responsables de llevar el mensaje al pueblo. Si no lo hacen, tapan la luz del evangelio y mantienen en la oscuridad a los miembros de la iglesia.
Romanos 13:12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Resumen:
- Los mensajes para las Iglesias del Apocalipsis tienen una real aplicación en las Iglesias Actuales.
- Las cartas a las 7 Iglesias representan mensajes para la Iglesia en toda ´época, lugar y contexto.
- La Iglesia vivió, vive y vivirá dificultades.
- Estamos en una ciudad no muy diferente a Éfeso: Hay un sin número de tendencias religiosas en nuestro querido Santiago, hay decadencia moral, hay un progresivo nivel de hostilidad hacia los Cristianos, pero también hay Cristianos, como tú y como yo. La pregunta es ¿Qué haremos? O como popularizó Francis Schaeffer ¿Cómo viviremos ahora? ¿Cómo viviremos con esta información en nuestras mentes y no en el corazón?
Mateo 5:13 - 16 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.