Esfuércense por entrar por la puerta estrecha.   Ilustración inicial, Aron Lee Ralston, hecho real, llevado al cine en película "127 horas", quien el año 2003, descendiendo barrancos en Utha, EEUU,  cae en uno de ellos, una especie de cueva sin techo y acto seguido una roca le cae en su brazo, no puede salir, grita, llora, llega el hambre, está atrapado, pero desea vivir, y después de 127 horas toma la determinación de cortarse su brazo con una navaja multiuso (navaja suiza), vivió, pero sin su brazo derecho. Lucas 13:24 24 «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. Contexto: Jesús enseñaba, le seguían multitudes e incluso dedicaba tiempo a quienes venían a él. Su ruta “Jerusalén”, donde sería sacrificado, y en uno de esos recorridos un hombre, no sabemos su edad, su nombre, tiene una duda, algo que incluso a nosotros nos parece atendible, conocer el número de quienes serán salvos, la pregunta “¿Señor, ¿son pocos los que se salvan?” Y el Señor responde atendiendo al verdadero problema, y a lo que de verdad se necesitaba, pues la pregunta debería ser “Señor ¿soy yo salvo?, ¿me salvaras a mí? Cristo conocía el número, y detalles, el vino por quienes el Padre, antes de la fundación del mundo le había dado, de echo Juan 17 nos dice que Cristo oro por todos los que creerían, sin embargo, la respuesta del Señor pone a todos, incluidos a sus discípulos, y a nosotros hoy, a reflexionar profundamente, no en otros, ni en cuantos serán salvos, sino que en nosotros y en cómo y porque decimos que estamos seguros en nuestra salvación. ¡Somos responsables, cada uno, de responder al llamado del Evangelio, aunque para esto debamos cortar nuestro brazo, debemos entrar por la puerta! Este sermón cuenta con 3 puntos, y le pido se haga una imagen mental de una “línea de tiempo”, veremos entonces: I. Presente: Una resolución de vida o muerte, II. Futuro: Un juicio seguro, III. Pasado: Una vida desperdiciada, y por ultimo: IV. Una conclusión: “La puerta; Jesús”.   I. Presente: Una resolución de vida o muerte: 24 «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha… La respuesta de Cristo ante la pregunta de este hombre está llena de gracia, y no responde solo a un hombre, podemos notar que muchos tenían en sus corazones estas inquietudes ya que Cristo responde a todos... Por un momento les hace olvidarse del mañana, solo por un momento, pues les manda a “esforzarse” hoy, ahora,  por “entrar por la puerta estrecha”. Este hombre quería mirar mas allá, quería, tal vez, satisfacer su curiosidad, quizás quería perderse entre una multitud de salvos en el futuro, y así tranquilizar su consciencia en el presente. O quizás es solo una pregunta sincera, sin embargo, por la respuesta del Señor podríamos deducir que este hombre tenia en su corazón alguna posible salida alternativa para ser salvo, y Jesús echa por tierra toda esperanza humana.

  1. La respuesta es un mandato.
Cristo no pone paños fríos en cuanto a las demandas de la salvación, no es un vendedor que resalta solo los beneficios de algún producto, y las responsabilidades del cliente las oculta u omite. Por el contrario, el Señor pareciera estar dejando de lado el consejo de todos los diabólicos ladrones de la prosperidad, pues no ofrece rozas, miel sobre hojuelas, tampoco paz, paz y paz como los falsos pastores, no hay un enunciado como “la gracia es suficiente, no te preocupes, sigue tal como estas”. No amados, Cristo Jesús pone las cosas en su justa medida. La salvación es por gracia, por medio de Cristo, en El tenemos descanso, pues hizo toda la obra: Por su cumplimento de toda la ley nosotros, al tener fe en El, somos considerados perfecto por Dios, además Cristo pago con su sangre nuestra deuda, y por lo mismo delante de Dios nosotros ya no somos deudores, y por último el resucito, dándonos así también a nosotros ciudadanía celestial, nueva vida eterna en presencia del Padre. “Justificados, por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de Cristo” Ro. 5:1, sin embargo, esa salvación va acompañada de dolor, de sudor, de trabajo, de peleas, de luchas, en contra de nuestro pecado, del mundo, del diablo… Toda la palabra muestra esta realidad en hombre y mujeres que sufrieron por la causa del Señor, desde Genesis hasta Apocalipsis el justo se ha visto en esta realidad luchando, esforzándose, poniendo los ojos más allá de las cosas terrenas, ejemplos de:  Abel el justo asesinado por su hermano, Noé vio la violencia de los hombres impíos a quienes le predico justicia 1 Ped.3:18-22; 2 Ped.2:5; Abraham, Lot, Moisés, Rahab, David, Isaías, Jeremías, Daniel, Esteban, Santiago hno. De Juan, Pablo, Pedro, Juan, los Mártires de la cristiandad etc… todos entendieron que  no solo se nos ha dado creer, sino que también sufrir por causa de Cristo, que  si alguno desea vivir piadosamente sufrirá persecución, que por su causa somos puestos a muerte, considerados como ovejas para el matadero, que somos dichosos si por hacer el bien somos perseguidos, pues por esta causa fuimos llamados, así como Cristo padeció, nosotros debemos seguir sus pisadas por el camino que Él nos trazó, debemos cargar nuestra cruz día a día, morir a nosotros, amados hay una lucha que dar, amados, esto nos compete a nosotros, etc… NO para “ganarnos” la salvación, sino que “debido a que somos salvos” nuestras vidas manifestaran las marcas de quien esta siguiendo la santidad, la justicia, de quien desea agradar a Dios y no a los hombres.
  1. La palabra “Esfuércense
El Señor, por tanto, manda a sus oyentes, y a nosotros, “esfuércense”. Esta palabra domina el texto, no esta allí porque sí, es importante amados. Mira tú vida, no estés, por ahora, mirando al mañana, ni al ayer, sino que en este momento toma el mandato del Señor y esfuérzate también, es una resolución santa, que debes tomar como prioridad en tu vida, pero ¿Qué es esforzarse?... Es una palabra que puede ser translitera del griego a nuestro idioma, como “agonizomai”, ¿le suena a algo? como “agonizar”, pero no debido a una enfermedad, o a un accidente, sino que esto es debido a la lucha, al combate, que con fervor se efectúa, por lo mismo la puede encontrar traducida como “pelea”, o “porfiad” por un premio mayor, sin considerar su vida. Así como quien participa de una intensa lucha, de un combate cuerpo a cuerpo, de quien, a pesar de estar destrozado, de verse físicamente mal, sigue avanzando, esta ganando, así como los atletas griegos en los tiempos bíblicos, es que nosotros debemos esforzarnos, pelear, llegando a agonizar por entrar por la puerta:
  • 1 Corintios 9:24-27: 24 ¿No saben que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero solo uno obtiene el premio? Corran de tal modo que ganen. 25 Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, 27 sino que golpeo[a] mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado

·        Colosenses 1:29: 29 Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder[a] que obra poderosamente[b] en mí.

·        1 Timoteo 4:10: 10 Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo…

·        1 Timoteo 6:11-12: 11 Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. 12 Pelea la buena batalla de la fe…

  • 2 Timoteo 4:7: He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.
 
  1. La puerta es estrecha, el esfuerzo es necesario:
¿Por qué debo esforzarme tanto si el Señor ya hizo la obra?, amados, porque la puerta de la salvación efectivamente esta abierta por gracia, sin duda, pero es estrecha, es angosta, no cualquiera puede entrar, pues esta disponible para quienes se esfuerzan demostrando entonces así que son de Cristo. Recuerda esta ilustración, nos ayuda mucho: “La puerta de la salvación dice “esfuércense en entrar por a la puerta estrecha”, y luego, quienes entrar se voltean y leen: “ninguno puede venir a mi si el padre no le ha enviado”. Recuerda al ave en Mt. 6:26, es Dios quien lo creo, quien produce el grano, y sustenta a  su creación, pero el ave es responsable de abrir su pico, tomar el grano y comer. Sí el ave lo hace es evidencia de que esta viva y desea vivir, pero, por el contrario, sino lo hace morirá, así sucede con el hombre, los medios de salvación están dispuestos por pura gracia, pero tu debes creer en el evangelio, debes esforzarte y entrar por la puerta estrecha.
  1. La palabra Estrecha:
El acceso no es cualquiera, no es la ventana, tampoco se nos llama a cavar un túnel, pues la muralla que nos separa de Dios ya ha sido abierta, y tiene una puerta, es por allí por donde se debe entrar, no hay más accesos, es exclusiva y esta es estrecha, angosta. Palabra usada tres veces en el NT, aquí en Lc. 13:24 y dos veces en Mt. 7:13 y 14:
  • 13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición[g], y muchos son los que entran por ella.14 Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
La puerta hoy está abierta y con esfuerzo debemos entrar, está dispuesta, pero es estrecha, en otras palabras, no se puede llegar y pasar. Podríamos hacer algunas consideraciones, al ayudarnos con Mateo 7.
  • Esta puerta estrecha no permite el acceso de a dos: La salvación es individual, no grupal, no vengas a Cristo por que tus padres lo hacen tampoco dejes de hacerlo si ellos no lo hacen, esfuérzate, tú, entra tú.
  • Esta puerta estrecha no permite el acceso con otras cosas (lo que llevamos): Debes venir con manos vacías, sin pesos, ni pecados:
 "Pecado es cualquier cosa que debilite tu razonamiento, altere la sensibilidad de tu conciencia, oscurezca tu apreciación de Dios, o te quite la pasión por las cosas espirituales. En pocas palabras, cualquier cosa que aumente el poder o la autoridad de la carne sobre tu espíritu" - Susana Wesley [1]
  • Esta puerta implica un esfuerzo, incluso en contra de nosotros mismos, para entrar (lo que somos): Cuando estamos gordos, sobre nuestro propio peso, hay muchas cosas que nos impiden realizar muchas cosas, deportes, caminatas, dormir bien etc… Así, hay una grasa espiritualmente hablando que no nos deja ingresar sin dolor, y si bien debemos quitarla, como veíamos en el punto anterior, aun así, no estaremos del todo “en forma” para ingresar por la puerta estrecha, por tanto, aunque al tratar de entrar nuestra “grasa” nos estorbe, debemos “auto empujarnos”, impulsarnos hacia adentro. Nuestra carne nos reclamará, dirá: que duele, no querrá que sea molesto, nos pedirá que volvamos otro día, que primero dejemos “todoooodo” lo que incomoda y duele y así podamos entrar, pero no, ya que es primero necesario entrar incluso con dolor, aunque eso implique cortar un pie, sacar un ojo, debemos ingresar por la puerta estrecha con esfuerzo, agonizando, pues la puerta no crecerá más, y nosotros jamás seremos perfectos fuera de ella. O amado recuerda que “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Mt. 5:4”
 
  • Esta puerta puede nos ser llamativa, pues se relaciona con un camino angosto (atribulaciones, angustias, aflicciones), sin embargo, es la única que lleva a la vida.
El texto de Mateo esta casi cerrando un sermón para muchos, incluso incrédulos, conocido “El Sermón del Monte” Mt. 5, por tanto, podríamos decir que el camino angosto y su puerta estrecha es una vida que se enmarca en dicho sermón, ¿Qué ha dicho allí el Señor? Que son gozos, dichosos, felices, quienes son santos en toda su manera de vivir así es que se concluye que la puerta es estrecha y su camino también para la vida, por ejemplo: Es estrecha pues somos pecadores aún en nuestra naturaleza, se nos pide sufrir por la causa de Cristo, pero preferimos sufrir por nuestra causa. También ya que vamos en otra dirección no en un camino ancho y hacia una puerta ancha, nosotros no militamos según la carne, y esto implica ir en contra de la corriente de este mundo, se nos manda a perdonar a quienes nos dañan, nos persiguen, a poner la otra mejilla, y olvidar completamente, se nos manda a no ser hipócritas en nuestras ofrendas, en nuestras oraciones, en nuestros ayunos, pero ¿Qué nos dice este mundo?, brilla, muéstrate como piadoso, y no perdones, eso es de débiles, olvídate de la gente toxica, una vez puedes perdonar, la segunda se paga etc…. Y por último es estrecha ya que el enemigo, el diablo, esta buscando a quien devorar, es decir, esta una y otra vez enviando sus dardos de fuego, con maquinaciones desea que la iglesia de Cristo sea eliminada de la tierra, y así usa el pecado, la tentación, el mundo, sus deseos etc.…el esta allí, presente amados, es por eso que cuesta, hay un enemigo presente también y debemos orar para que seamos librados de la tentación. II. Futuro: Un juicio seguro. porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. Nuestro segundo punto está relacionado con el “porque” debemos entrar por la puerta estrecha esforzándonos, y bueno el Señor aquí es claro, “muchos tratarán de entrar y no podrán”. Para mi hay palabras que me hacen temblar de una forma seria amados, me hacen temer y replantearme todas las cosas, y una de esas palabras es esta, llegará un momento en que Dios dejará de impartir gracia, perdón, salvación, se acabará la predicación del evangelio, punto. ¿recuerdas a Noé? Lea conmigo Gén. 7:10-16: 10 Aconteció que a los siete días las aguas del diluvio vinieron[h] sobre la tierra. 11 El año 600 de la vida de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas[i] del cielo fueron abiertas. 12 Y cayó[j] la lluvia sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches. 13 En ese mismo día entró Noé en el arca, con Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos. (los animales) …. entraron como Dios se lo había mandado. Después el Señor cerró la puerta detrás de Noé[o].   Amados y eso no es todo, son muchos los que se amontonarán en la puerta, en aquel día en la puerta, y golpearán, con desesperación, con lágrimas, con gritos ¡ábrenos Señor, ábrenos Señor”, y no podrán entrar nunca jamás. Quedarán por siempre excluidos de la presencia bondadosa de Dios, para recibir el oído eterno del todopoderosos y justo juez de los hombres, Dios, a quien no le temblará la mano, de hecho, se gozará, en aplicar su ira eterna sobre todos quienes no entraron por la puerta cuando estaba abierta. Oh amados horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo. Quizás hoy tienes cierto interés en la biblia, y en el Dios que allí se revela, quizás encuentres a Cristo un gran maestro, un buen líder, incluso puede que lo posiciones arriba de Mahoma, de Krishna, para ti quizás es un gran luchador social, un preeminente expositor y sabio consejero en cuanto a moral y ética, pero no le reconoces como Señor y Salvador, no lo tomas en serio, pues para ti no tiene más relevancia. O tal vez para ti no hay ni un de poco interés en Cristo, probablemente incluso encuentras que la predicación de la cruz es locura, y tienes tu vida sin Dios ni ley, tal vez estas aquí solamente porque tus padres te trajeron, y te hablan y hablan de algo que no te importa, o porque estas enamorado de alguna hermana/o , o por tus amigos, quizás por tu ministerio, por ejercer tus dones, o porque que aquí te tratan con importancia, te dan un lugar, no como en otros lugares…. El denominador común de ambos casos es el mismo; “Jesús” no les te interesa en realidad, no es relevante, no es su Señor y Salvador…. Mateo 24:7.39 37 Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre. En ese día en que la puerta sea cerrada no habrá nada ni nadie que te importe más que Jesús, el Cristo, el hijo del Dios viviente. Oh como te dolerá tu conciencia, sin alivio, al recordar las veces en que estuviste aquí y no te importo, como recordaras todos esos consejos y predicaciones de tus padres, en que leíste algún versículo y no te humillaste, y no te entregaste a Cristo y todos tus ídolos, sean videojuegos, la comida, el dinero etc… todo esto hará aún más pesada y dolorosa tu conciencia, tu remordimiento te ahogara por siempre, sin embargo, será demasiado tarde, la puerta estará cerrada y a pesar de tus esfuerzos, a pesar de tus arrepentimientos, a pesar de tus confesiones, a pesar de que ruegues, y que te doblegues a Cristo ya no podrás entrar. Lee conmigo por favor los versos del 25-30 25 Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, y ustedes, estando fuera, comiencen a llamar a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”. Él respondiendo, les dirá: “No sé de dónde son”. 26 Entonces comenzarán a decir: “Comimos y bebimos en Tu presencia, y enseñaste en nuestras calles”; 27 y Él dirá: “Les digo que no sé de dónde son; apártense de Mí, todos los que hacen iniquidad”. 28 »Allí será el llanto y el crujir de dientes cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes echados fuera. 29 Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán[d] a la mesa en el reino de Dios. 30 Por tanto, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos». El dueño de la casa es Dios amados ¿Quién podrá abrir la puerta que su mano toda poderosa cerrará? Por un lado, hay seguridad para quienes estarán adentro, pues jamás serán apartados de ese Dios todopoderoso, allí, en su casa hay seguridad, amor, dice Juan en Apocalipsis 21  Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo[a], y Dios mismo estará entre ellos[b]. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado».  El que está sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y añadió*: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas». También me dijo: «Hecho está[c]. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor[d] heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos[e], abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia[f] en el lago e vida desperdiciada III. El Pasado: Una vida desperdiciada.  26 Entonces comenzarán a decir: “Comimos y bebimos en Tu presencia, y enseñaste en nuestras calles” Ahora podemos hablar del pasado de estos muchos ¿Cómo es que llegaron a despreciar el acceso de esta puerta? ¿Cuáles fueron sus pasos previos para no considerar la puerta estrecha y así alcanzar salvación?
  1. Dicen ser íntimos.
En el punto anterior vimos lo terrible que es ser considerado uno de esos muchos que no podrá, a pesar de querer, entrar por la puerta en el día del juicio. Y ahora, hay otro lugar donde el Señor nos hace temer santamente, y/o nos lleva arrepentirnos delante de Él, miren por favor quienes no podrán entrar en el futuro y serán juzgados no son cualquier persona, ellos era gente que estaba relacionado con el evangelio, con la biblia, con la iglesia, ellos dicen: ”. 26 …: “Comimos y bebimos en Tu presencia, y enseñaste en nuestras calles” Comer y beber en la presencia de alguien no es cualquier cosa, ellos están tratando de decir que eran íntimos, que estaban relacionados con el Señor, ellos están tratando de demostrar que ellos no son cualquier persona, sino que son quienes compartían la mesa con el Señor. ¿Se recuerdan que a Cristo se le acusaba de comedor y bebedor de vino, y de amigo de  recaudadores de impuestos, y de pecadores? Mt. 11:19.  Pues eso no se hacia con cualquier persona, solo con los mas cercanos, la familia por lo general, así el Señor compartió la mesa de pascua con sus 11 discípulos estableciendo la cena del Señor cuando judas salió Jn. 13:30, luego vuelve a compartir la comida con ellos en la orilla de la playa al resucitar, y ha prometido que cenara de nuevo, en la gran cena, solo con quienes han sido redimidos. En este acto ellos están querido decir que son estos que participaban íntimamente del Señor, pero les dice que: “27 y Él dirá: “Les digo que no sé de dónde son; apártense de Mí, todos los que hacen iniquidad No los conozco, no se quienes son, en otras palabras, ustedes NO son mis ovejas, no son mis amados, no son los que han pasado por la puerta, son unos extraños. Serán ignorados por Dios.
  1. Dicen conocer su palabra:
Ellos además hacen un reconocimiento de la palabra del Señor, ellos dicen que son quienes habían escuchado la enseñanza del Señor, quienes conocían su ley, quienes tenían en sus oídos la voz del Señor, en sus ojos su figura enseñando, sin embargo ellos no tenían en su corazón a Cristo por el Espíritu Santo morando en ellos. , y enseñaste en nuestras calles” Si miramos el pasado de estos muchos vemos que son personas que asistían a la iglesia, que conocían el evangelio, habían escuchado la ley de Dios, ellos incluso tenían comunión en alguna iglesia local, allí estos disfrutaron de los beneficios que Dios da a su iglesia, así como el cabrito, el perro, el cerdo y el burro, puede comer del mismo pasto, beber la misma agua y respirar el mismo aire que el rebaño que el pastor pastorea en algún campo, estos habían disfrutado de muchas de las bendiciones que Cristo da a su iglesia, sin embargo estos no eran parte de la iglesia del Señor, ellos conocían mucho de Cristo, pero el Señor no les conocía, Recordemos a los falsos en Mateo 7:21-23 21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros[h]?”. 23 Entonces les declararé: “Jamás los conocí; apártense de Mílos que practican la iniquidad”. c. Así estos muchos habían desperdiciado su vida, con una “fe” en si mismos y en sus obras. Ellos pensaban que la fe, que el cielo, que la vida eterna en el Señor era algo que se ganaba con ciertas obras, con participar de la comunión, con estar dentro de un “grupo de cristianos”, con escuchar una enseñanza, con guardar palabras en la cabeza, con etiquetarse como “cristianos”, con estar cerca de la puerta, pero no bastaba …. Que tristeza, de esto no se trata amados, se trata de Cristo, de encontrarte con él, de abrazarlo a Él, su justicia, su salvación, sus méritos, en sus logros. ¿A que vienes a la iglesia, ¿Cuáles son tus motivaciones?, ¿Qué relación tienes con Cristo?, ¿conoces a Cristo o conoces de Cristo?, ¿es Cristo tu salvador y tu Señor? ¿estas preparado para que la puerta se cierre?  
  1. Una conclusión: “La puerta; Jesús”.
Hemos hablado de la puerta, y de como debemos entrar por ella, con pela, con sudor, con lucha, esforzándonos, y en la revelación que Cristo ha hecho, podemos saber que la puerta se cerrará, y que, a pesar del llanto, del clamor, no se volverá a abrir, es hoy el día en que se debe ingresar por esta puerta estrecha. La pregunta parece obvia, el texto dice:  24 «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. ¿Quién es la puerta? Dios no nos ha dejado en oscuridad, la puerta es claramente identificable, no debemos buscar la puerta, tampoco descifrarla, no debemos inventar la puerta, sino que simplemente entrar por la puerta que esta revelada, abierta, dispuesta lea conmigo: Juan 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Cristo es LA PUERTA. No hay otra opción fuera de Cristo. El Dijo Jn. 14:6 Jesús le dijo*: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí. Solo a través de Jesús es que hay vida para siempre, todo el que confiese sus pecados y pida a Cristo salvación obtendrá la redención necesaria, la limpieza de sus pecados, su acta de decretos que estaba en medio y clavada en la cruz. Entrar por la puerta, es decir, ser salvo de la ira de Dios, del infierno eterno, es abrazar por la fe a Cristo y Solo a Cristo, como único Señor y Salvador, y a la vez es dejar toda la vida pasada, el pecado, sus deseos y pasiones, atrás, mostrando así un compromiso con Dios y ay no más con el mundo. (Rom. 3:10-23). Tú eres un culpable pecador, merecedor de que la espada de la ardiente ira de Dios te atraviese. Has mentido, has robado, has odiado, tu pecado te ha manchado y nada puedes hacer en tus propias fuerzas, o amado, pero en Cristo tienes perdón, acceso al Padre, pues él fue clavado en una cruz, pagando allí las deudas del pecador, se ofrendo a Dios para que su ira sea aplacada y nosotros seamos librados, Jn. 3:16 Cristo es el arca y todo el que entre será salvado del diluvio, pues se cerrará la puerta y nadie podrá entrar ni salir, es la roca que fue golpeada y nos da su agua para nuestra sed,  el cordero de pascua quien con su sangre se han cubierto orillas de puertas y ventanas para que la muerte no nos toque, es la serpiente que Moisés levanto y todo hombre, mujer, niño, que le mire será salvo de la terrible enfermedad de muerte, es el velo que se rasgó del templo para que podamos tener comunión con Dios en el lugar santísimo, Cristo es la puerta estrecha y todo aquel que por la fe entre por medio de El tendrá comunión para con Dios, encontrado paz, justicia, perdón y alivio por siempre, allí no escucharas “nunca os conocí, apartaos de mi”, sino que »Entonces el Rey dirá a los de Su derecha: “Vengan, benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Mt. 25:34 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Heb. 4:12 V. Cierre y aplicación. ¿Qué harás con esta puerta? ¿Has pasado tu por la puerta estrecha?, ¿O lo has hecho por la puerta ancha? ¿Has dejado tus pecados, o aun los mantienes aferrados a ti? ¿Por qué vienes a la iglesia por tus padres, por temor a tus amigos? Teme a aquel que es capaz de enviar tu alma y tu cuerpo al fuego eterno del infierno. Por último, te exhorto hermano a que no juegues con Dios, hermano y hermana, la puerta sigue siendo estrecha para  ti, al mirarla recuerda por donde entraste, recuerda que dejaste del otro lado, fuera quedaron  tus pecados, no vuelvas a ellos, y mira el sendero que estas recorriendo, sigue siendo estrecho, sigues pisando una delgada capa de cristal, no corras, no bailes, no deshonres así al Señor, el vidrio puede romperse y tu caerte en el infierno. Por tanto, amado hermano y hermana, reflexiona sinceramente en tu vida, y aférrate solo a Cristo nuevamente, renueva delante de El tu corazón, no dejes de esforzaste, no dejes de pelear, no dejes de luchar, y agonizar por agradar a tu Señor, recuerda que pocos son los que la hayan, ¡sin santidad nadie verá al Señor! Llegará un día en que la puerta se cerrará, puede ser hoy mismo, puede que mueras y ya será tarde demasiado tarde, no esperes más, no seas necio, ven ahora, hoy a Cristo, y salva así tu alma, hoy fuera de la puerta estas perdido, muerto, solo te queda el juicio, en el y por él, tu alma del infierno, Restaura en y por Cristo tu relación con Dios. Recuerda 27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Heb. 9:27-28 Amado y amigos, dice el Señor: Is. 45:22 Vuélvanse a Mí y sean salvos, todos los términos de la tierra; Porque Yo soy Dios, y no hay ningún otro. Is. 55:7 Abandone el impío su camino, Y el hombre malvado sus pensamientos, Y vuélvase al Señor, Que tendrá de él compasión, Al Dios nuestro, Que será amplio en perdonar. Mc. 1:15 "El tiempo se ha cumplido," decía, "y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio." Mt. 7:13-14 13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición[a], y muchos son los que entran por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. [1] Citado por Miguel Núñez en https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/las-10-leyes-del-pecado/